Ante el aumento de la violencia contra la fuerza pública en medio de los operativos contra cultivos ilícitos, el mandatario aseguró que la Corte Constitucional debe reconsiderar la sentencia que prohíbe la fumigación con glifosato, a pesar de que el campaña prometió no hacerlo. Esto es lo que pasa.
En medio de la crisis de orden público en el Cauca, el presidente Gustavo Petro reabrió la posibilidad de reactivar la fumigación aérea de cultivos de coca con glifosato, suspendida desde 2015 por orden de la Corte Constitucional.
La declaración se dio tras la retención de 45 militares en El Tambo (Cauca), presuntamente impulsada por disidencias de las Farc. Petro aseguró en su cuenta de X: “Allí donde la ciudadanía ataque al Ejército habrá fumigación aérea”, y pidió a la Corte reconsiderar su sentencia.
El giro ha generado polémica, pues durante años el mandatario fue uno de los principales críticos de esta estrategia, alegando sus impactos en la salud, el ambiente y los derechos de comunidades étnicas. Incluso, en abril de 2025 reafirmó que su Gobierno no usaría glifosato.
La Corte Constitucional ha reiterado en múltiples fallos que no se puede reanudar la aspersión sin consulta previa y participación ciudadana, por los riesgos ambientales y sociales que implica.
Expertos ambientales advierten que esta práctica es poco selectiva, contamina suelos y aguas, afecta cultivos legales y biodiversidad, y representa riesgos para la salud humana.
