Carlos Carrillo, director de la UNGRD, lanzó una alerta ante la crítica situación que viven más de 120.000 familias damnificadas por las lluvias en el país.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) advirtió que la declaratoria de desastre nacional hecha por el presidente Gustavo Petro en noviembre del año pasado no ha tenido efectos prácticos. Según su director, Carlos Carrillo, los 1,9 billones de pesos prometidos para atender la emergencia por lluvias no han sido girados a las regiones y actualmente solo quedan 9.000 millones de pesos disponibles para enfrentar el resto del año.
En entrevista con Recap Blu, el director de la entidad hizo énfasis que todavía falta la segunda temporada de lluvias, que incluye la época de ciclones, por lo que en cualquier momento se podría presentar una tragedia en el país.
«Nada nos blinda de una tragedia de grandes proporciones; en cualquier momento puede suceder. Haberle quitado a la UNGRD 2.1 billones el año pasado es un gravísimo error del Ministerio de Hacienda», dijo.
Carrillo lanzó una alerta ante la crítica situación que viven más de 120.000 familias damnificadas por las lluvias en el país. “Desde el año pasado hemos venido haciéndole los requerimientos al Ministerio de Hacienda. La declaratoria de desastre nacional autoriza al presidente para transferir esos recursos, pero no se ha hecho”, señaló el funcionario.
Ante la falta de recursos y el incremento de las emergencias en los territorios, el director de la UNGRD planteó que la única salida posible sería declarar una emergencia económica, social y ambiental. “Si el Estado colombiano no puede garantizar esos recursos, tendría el presidente que decretar la emergencia para, a través de decretos con fuerza de ley, garantizar la financiación”, explicó.
Las declaraciones de Carrillo se dieron luego de una reunión con los alcaldes de las ciudades capitales del país, agrupados en Asocapitales. Los mandatarios locales alertaron que hay familias sin un lugar adecuado para dormir y que los recursos municipales están agotados. Por eso, exploran incluso opciones de inversión privada para poder responder a la crisis humanitaria provocada por las lluvias.




