Richard Aguilar quedará libre por decisión del Tribunal Superior de Bogotá, a pesar de las pruebas por múltiples delitos durante su periodo como gobernador.
El exgobernador de Santander, Richard Aguilar ya tiene listo el boleto de salida luego de ganarle una batalla judicial a la Corte Suprema de Justicia, que lo investigaba por presuntos hechos de corrupción en contratos de construcción del estadio de Bucaramanga y el Plan de Alimentación Escolar (PAE).
En julio de 2021 fue capturado para enfrentar un proceso por concierto para delinquir, peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de requisitos legales e interés indebido en la celebración de contratos. Sin embargo, este viernes 11 de noviembre, el Tribunal Superior de Bogotá decidió concederle la libertad por vencimiento de términos.
Aguilar, quien también fue excongresista de Cambio Radical, saldrá de la cárcel luego de que la magistrada de la Sala Penal, Alexandra Ossa, decidiera su libertad mediante la sentencia No. T-12 -2066 DMHH, a pesar de los múltiples cuestionamientos.
Las pruebas apuntan a que el exgobernador entregó los contratos a amigos, familiares y particulares a cambio de coimas que le habrían otorgado hasta 24.000 millones de pesos.
“Las presuntas irregularidades tienen que ver con contratos de obra e interventoría para el reforzamiento del estadio en la Villa Olímpica de Bucaramanga (2015), obras de mejoramiento en la carretera San Gil-Charalá (2014) y en el corredor vial Agroforestal y Energético (2014)”, señaló la Corte Suprema de Justicia cuando se hizo efectiva su detención.
En julio de este año, el Tribunal ya había negado la libertad de Aguilar y había extendido un año más su privación de la libertad, pero esa medida fue revocada y la boleta de salida ya está en el Batallón de Policía Militar N°. 13 General Tomás Cipriano Mosquera, donde permanecía recluido. En ese mismo lugar también estuvo su padre, Hugo Aguilar Naranjo, por corrupción.
Actualmente su hermano, Mauricio Aguilar, enfrenta una investigación en la Procuraduría por, posiblemente, ocultar pruebas a la Corte y así favorecer judicialmente a su familiar.