Es un avance que va a ayudar a prolongar la vida de los órganos en pacientes humanos y ampliar la disponibilidad de órganos donantes para trasplantes.
Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, desarrolló una novedosa tecnología, que suministra un líquido protector de las células, diseñado para los órganos y tejidos.
Ellos consiguieron restaurar la circulación sanguínea y otras funciones celulares en cerdos una hora después de su fallecimiento.
Todo fue registrado por la revista “Nature”, que recalca que a los pocos minutos del último latido del corazón, ocurren una serie de acontecimiento bioquímicos desencadenados por la falta de flujo sanguíneo, oxígeno y nutrientes, que comienza a destruir las células y órganos del cuerpo.
Sin embargo, la novedosa tecnología desarrollada permite que ese fallo celular masivo y permanente no se produzca tan rápidamente.
Podría ayudar a prolonar la vida de órganos humanos
Es algo muy importante, ya que el descubrimiento podría ayudar a prolongar la salud de los órganos humanos durante la cirugía.
“Todas las células no mueren inmediatamente, sino que hay una serie de acontecimientos más prolongados”, dijo David Andrijevic, investigador científico asociado de la Facultad de Medicina de Yale y coautor del estudio. “Es un proceso en el que se puede intervenir, detener y restaurar alguna función celular”, continuó.
Se basa en el BrainEx
El proyecto tiene sus bases en una tecnología pasada, que también fue dirigida por Yale, la cual restauró la circulación y algunas funciones celulares en el cerebro de un cerdo muerto con una tecnología, que lleva por nombre BrainEx.
“Si éramos capaces de restaurar ciertas funciones celulares en el cerebro muerto, un órgano conocido por ser el más susceptible a la isquemia, es decir, el suministro inadecuado de sangre; planteamos la hipótesis de que también se podría lograr algo similar en otros órganos vitales trasplantables”, indicó.
¿De qué trata?
El proceso se compone de un dispositivo de perfusión similar a las máquinas de circulación extracorpórea, que hacen el trabajo del corazón y pulmones en una cirugía, además de un fluido experimental que contienen compuestos que pueden promover la salud celular y suprimir la inflamación en el cuerpo del cerdo.
Los animales anestesiados fueron tratados con OrganEx, una hora después de que se les indujera un paro cardiaco.
Los científicos comprobaron que ciertas funciones celulares clave estaban activas en muchas zonas del cuerpo, incluidos corazón, hígado y riñones.
Concluyeron que la tecnología podría tener aplicaciones para prolongar la vida de los órganos en pacientes humanos y ampliar la disponibilidad de órganos donantes para trasplantes. También podría ayudar a tratar los tejidos dañados por la isquemia durante los infartos de miocardio o en accidentes cerebrocasculares.