La Fiscalía General de la Nación realiza allanamientos en diferentes viviendas para recopilar pruebas clave que respalden la solicitud de las primeras órdenes de captura.
Las autoridades identificaron a seis personas que estarían involucradas en el asesinato. La Fiscalía General de la Nación adelanta registros a viviendas en busca de material probatorio que permita solicitar las primeras órdenes de captura. Este hecho, que ya es considerado un feminicidio, ha generado una oleada de indignación ciudadana y ha reabierto el debate sobre la violencia sistemática contra personas trans en Colombia.
Desde la Secretaría de Seguridad de Bello han señalado que detrás del crimen se encontraría una estructura criminal que opera en esa zona del Valle de Aburrá. Las autoridades no descartan que el asesinato tenga una connotación simbólica, dada la crueldad con la que fue perpetrado.
El caso ha sido visibilizado a través de medios y redes sociales. En el pódcast Más allá del silencio, conducido por el periodista Rafa Poveda, la madre de la víctima, Sandra Borja, compartió un testimonio conmovedor. Allí recordó la lucha de su hija por vivir libremente como mujer, desde que comenzó su proceso de transición a los 15 años, enfrentando discriminación, burlas y exclusión social.
“Le encantaba brillar”, expresó la madre, quien explicó que el nombre Sara Millerey nació de su amor por las “mirellas”, como ella llamaba a todo lo que resplandecía: lentejuelas, escarcha y luces. Esa identidad reflejaba su deseo de expresar su feminidad y vivir con autenticidad, a pesar del rechazo.
En sus últimos momentos de vida, Sara alcanzó a decir que sus agresores eran unos «hombres malos“, según relató su madre. Para la familia, se trató de un crimen motivado por odio, un acto brutal que apagó la vida de una joven determinada, creyente y soñadora, que buscaba ser aceptada tal y como era.
El asesinato de Sara ha tenido también repercusiones para la prensa. El periódico Q’Hubo de Antioquia, que publicó un reportaje con declaraciones de la madre de la víctima en su edición del 9 de abril, ha recibido amenazas. A través de redes sociales y mensajes directos en WhatsApp, los periodistas fueron intimidados con expresiones cargadas de odio, homofobia y transfobia.
Ante esta situación, organizaciones de derechos humanos, colectivos LGBTIQ+ y ciudadanos exigen justicia para Sara Millerey y protección para quienes denuncian. El caso se ha convertido en un símbolo de la violencia estructural que enfrentan las personas trans en Colombia, y un llamado urgente a que el país no sea indiferente ante estos crímenes.