La planta estará ubicada en el municipio de Ciénaga de Oro, Córdoba, y representa un hito en la historia del programa alimentario más emblemático del Estado colombiano.
La nueva etapa marca un giro histórico: por primera vez, la Bienestarina será producida con insumos 100 % nacionales, cultivados por campesinas y campesinos colombianos. Con esta transformación, el Icbf avanza hacia una soberanía alimentaria con rostro humano, que reconoce el trabajo del campo y fortalece los sistemas locales de producción sostenible.
La planta se construirá en una zona estratégica para el cultivo de mango, lo que permitirá integrar cadenas productivas del Caribe colombiano en beneficio de la nutrición de miles de niñas y niños. Además de garantizar frescura y trazabilidad de los insumos, esta apuesta impulsará la economía campesina, generará empleo rural y fomentará procesos de transformación agroindustrial con enfoque territorial.
La Bienestarina Líquida de mango forma parte de una transición hacia modelos de alimentación real, sin aditivos ni ultraprocesados, orientados al cuidado integral de la primera infancia. Esta política responde a un enfoque de salud pública que privilegia la prevención y pone en el centro la vida y el bienestar de las nuevas generaciones.
El proyecto se inscribe dentro de las prioridades del Gobierno del Cambio por consolidar una economía productiva, justa y descentralizada. La construcción de la planta será también una oportunidad para integrar saberes tradicionales, ciencia, tecnología y circuitos cortos de comercialización que beneficien tanto a las familias rurales como a las comunidades beneficiarias de la Bienestarina.
Con este paso, el ICBF reafirma su compromiso con una nutrición real, digna y soberana, al tiempo que fortalece su misión de proteger y garantizar los derechos de la niñez colombiana. Esta transformación marca el inicio de una nueva etapa en las políticas públicas de alimentación en Colombia.