El registrador Nacional, Alexander Vega, quedó ganando lo mismo que un congresista de la República debido a un aumento salarial que se le autorizó desde el Estado en pleno año electoral.
En efecto, Vega es uno de los 1,3 millones de funcionarios públicos que se verán beneficiados con el acuerdo logrado entre los sindicatos del sector y del Gobierno, que dejó ese incremento en 14,62 por ciento.
Eso se traduce en que el sueldo de Vega quedó, a partir de la fecha, $18’421.454, los cuales están distribuidos así: $6’631.731 de asignación básica y $11’789.723 por gastos de representación.
Pero ahí no para el asunto. En los decretos que oficializan los aumentos de los funcionarios, al menos en lo relacionado con Vega, quedó claro que esa plática incluye una adenda.
Se trata, de acuerdo con los documentos oficiales, “(de una) prima especial de servicios a que se refiere el artículo 15 de la Ley 4a de 1992, aquella que, sumada a los demás ingresos laborales, iguale a los percibidos en su totalidad por los miembros del Congreso”.
Así las cosas, la asignación definitiva del jefe del ente electoral quedó en $37,8 millones mensuales, que es el mismo rubro que reciben mes a mes los congresistas.
Y aunque es un aumento legal, para algunos sectores no ha dejado de ser una especie de suspicacia que se oficialice en pleno año electoral y en momentos que, según los sondeos de opinión, el Pacto Histórico y el presidente Gustavo Petro están siendo duramente castigado por la cantidad de escándalos que rodean al autodenominado gobierno del cambio.
En todo caso, el Registrador adelanta –junto a la procuradora Margarita Cabello y a otras autoridades nacionales– una serie de recorridos regionales para verificar la forma en que está andado el proceso electoral que va a urnas el 29 de octubre próximo.