Desde hace 9 años, Juan Bernardo Mejía estaba en coma vegetativo tras la pelea familiar. Este lunes se confirmó su muerte.
Una noche de fiesta familiar terminó en tragedia luego de que dos primos atacaron brutalmente a Juan Bernardo Mejía en una discoteca de la capital del Tolima. Nueve años después, el joven chef murió por graves secuelas.
En la madrugada del 26 de octubre de 2014, Juan Bernardo estaba de fiesta cuando se formó una discusión en la discoteca. Dos sujetos se abalanzaron contra él y comenzaron a golpearlo con un palo de escoba y un ladrillo. Esos hombres eran sus primos, Cesar Alejandro Troncoso Camacho y Mario Alejandro Troncoso.
La golpiza llegó a tal punto que a Juan Bernardo lo tuvieron que ingresar de urgencia a la UCI de la clínica Los Nogales. Horas más tarde, los médicos dieron el parte de que Juan Bernardo había quedado en estado vegetativo.
Juan Bernardo sufrió una grave fractura en su cráneo y parte de sus cerebro tuvo que ser extirpado, razón por la que quedó postrado en una cama. Sin embargo, en las últimas horas y 9 años después de la pelea, sus familiares confirmaron el deceso del joven chef.
“Con profunda tristeza e inmenso dolor. Debo comunicarles el fallecimiento en el día de hoy de nuestro hijo y hermano Juan Bernardo Mejía Flomin. Dios lo tenga en su gloria”, anunció su familia por redes sociales.
Para el momento en que Juan Bernardo luchaba por su vida, la familia del joven pidió justicia para que los responsables, sus primos, pagaran una condena ejemplar. Por eso, a César Alejandro se le impuso una condena de 84 meses de prisión, 7 años, en 2016 y se le concedió detención domiciliaria por el delito de lesiones personales con deformidad permanente y tuvo que pagar una indemnización por 100 millones de pesos. Mientras que a Mario le dieron una condena de 47 meses (menos de cuatro años), en la cárcel.
La familia alegó que la condena fue irrelevante y desproporcionada, por lo que su caso tomó revuelo a nivel nacional. “Los cargos eran por intento de homicidio y lo cambiaron a lesiones personales, el fiscal tuvo que ver mucho con eso, parece que todo estuvo amarrado”, aseguró en medios su mamá Hilda Flomin.
Hasta el momento, Mario Alejandro Troncoso se encuentra prófugo y tiene una orden de captura vigente.
“Nunca reprochamos ni señalamos a Dios de por qué permitió esto, por qué a ti, por qué todo. (…) Diste la batalla más grande que he visto en mi vida, fueron nueve años. Qué se dicen muy rápido, pero lograron impactar a mucha gente, muchas familias, hasta gente de otros países que escriben aún enviándoles sus oraciones y mucha fuerza”, escribió uno de sus familiares por medio de redes sociales para lamentar su deceso.