El comisionado Danilo Rueda aseguro que el jefe disidente se encuentra enfermo y convaleciente.
Alias Iván Márquez, jefe disidente de la Segunda Marquetalia, está con vida y quiere negociar en la convocatoria de la paz total que ha hecho el gobierno de Gustavo Petro. El comisionado de paz, Danilo Rueda, confirmó que ya sostuvo una reunión con el grupo ilegal y que pronto adelantaría más detalles.
“(Iván Márquez) Está vivo, está enfermo, está convaleciente según lo que se nos ha informado”, dijo Rueda en entrevista con Yamid Amat y agregó: “Podemos afirmar que él es uno de los que ha enviado los mensajes y que hay un grupo de ellos que directamente se acercan a este diálogo de exploración hacia las posibilidades de un diálogo hacia la paz”.
Los rumores de un posible fallecimiento del cabecilla disidente incrementaron en agosto, cuando se informó que Luciano Marín –su nombre de pila– había sufrido un atentado. El entonces ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que había información de que el comandante de la Segunda Marquetalia era atendido en una clínica venezolana, todavía no se tenía certeza de su desenlace.
“El día 30 de junio del 2022, el comandante ‘Iván Márquez’ fue víctima de un atentado criminal dirigido desde los cuarteles del Ejército y los comandos de la Policía. Por fortuna salió ileso, solo sufrió pequeñas afectaciones y está gozando de buena salud”, fue el comunicado que emitió, por su parte, la Segunda Marquetalia.
“Iván Márquez” fue uno de los jefes negociadores de las Farc ante el gobierno colombiano en el Acuerdo de Paz de 2016. Después de una serie de investigaciones contra distintos exguerrilleros, por reincidir en las actividades ilícitas, el hombre desertó del proceso y fundó –junto a alias El Paisa, Romaña y Jesús Santrich– la disidencia conocida como la Segunda Marquetalia en 2019, grupo con presencia fuerte en el oriente del país y en Venezuela.
Solo este 13 de septiembre la Fiscalía decidió vincular formalmente al disidente como uno de los investigados por el crimen del político Álvaro Gómez Hurtado en 1995. El ente acusador decidió que, ante la imposibilidad de ubicarlo, debían juzgarlo bajo la figura de persona ausente.
