marzo 9, 2022

El candidato al Senado Alirio Barrera, aspira sacar una votación semejante a la de Alvaro Uribe.

Con un perfil notablemente parecido al de Álvaro Uribe candidato presidencial del 2002, Alirio Barrera, un campesino de laureada gestión como gobernador, está logrando una evidente acogida en el país; a caballo, con dichos populares y frentero al hablar hace su campaña al Senado en el segundo puesto. ¿Cómo están las cosas adentro del CD?

Las matemáticas para el Centro Democrático no son fáciles por estos días, y peor aún teniendo en cuenta que su líder natural, el expresidente Uribe no estará en la contienda electoral.

Cuentas dentro del partido aceptan con preocupación que se perderán varios escaños, de hecho, entre sus predicciones confían lograr más de diez curules pero no las mismas 19 con las que llegaron a este vigencia legislativa.

Una medición que han hecho dentro de la colectividad, y la cual no han decidido hacerla pública, se habla de “algunos senadores fijos” entre los cuales sobresalen figuras como  Miguel Uribe Turbay, María Fernanda Cabal, Alirio Barrea, Edward Rodríguez, Santiago Valencia, Paloma Valencia, Enrique Cabrales, Milla Romero, Honorio Henríquez, Paola Holguín, María Angélica Guerra, Ciro Ramírez, Alejandro Corrales y Daniel García Arizabaleta.

Sin embargo, gratamente sorprendido está el expresidente Uribe en su recorrido de volanteo por el país, donde en cada lugar le aclaman el nombre de Alrio Barrera. De hecho, en el Meta, las vivas y la acogida para Barrera fue más fuerte que para el propio Uribe.

Y es que para nadie es un secreto la acogida que ha logrado Alirio Barrera desde su precandidatura por la presidencia, pues ahora, como era de esperarse, en todo el país, el respaldo que ha encontrado ha provocado que desde la dirigencia del partido Centro Democrático finquen sus esperanzas en Barrera, para que logre ser, por lo menos, de los congresistas más votales en las legislativas.

¿Para qué ser el más votado?

Según el politólogo e internacionalista de la Universidad del Rosario, Libardo Hernández Hidalgo, “un senador que llegue al Congreso de la república rodeando los 50 mil votos, entra ‘raspando’, como se dice coloquialmente, esto es complejo a sabiendas la difícil situación de las bancadas, al no haber grandes jalonadores de curules como Álvaro Uribe, Antanas Mockus, Jorge Robledo, entre otros, por lo que su nivel de injerencia se vería limitado incluso en la discusión del presupuesto general de la nación”.

El mismo exgobernador de Casanare, Alirio Barrera, ha reconocido en entrevistas que “Un departamento que sale con pocos votos así mismo lo tratan en la distribución de recursos o inversión – e insiste Barrera que- por eso es necesario que salgamos a votar, que demostremos que tenemos fuerza electoral y poder de decisión”.

“Si Barrera lograra rebasar el récord de los 150 mil votos, se convertiría en uno de los más influyentes senadores del país, lo que le otorgaría la posibilidad de ganar importantes gestiones para su caudal electoral y por supuesto para un nuevo y atractivo modelo de hacer política” puntualiza Hernández Hidalgo.

El ‘gallo tapado’

La vida de Alirio Barrera, un amansador de caballos y empresario inmobiliario del Casanare de 44 años, cambió totalmente el 31 de julio de 2010.

El mismo Uribe invitó a Barrera a ser candidato por el Centro Democrático a la Gobernación de Casanare en 2015, la cual ganó contra todos los pronósticos y por una amplia diferencia.  

Cuatro años después, Josúe Alirio Barrera terminó su mandato. Al cerrar su administración no tenía una sola investigación, ni siquiera una queja; por el contrario, se alzó como el gobernador líder en transparencia, pagó todas las deudas de su departamento, implementó cuatro universidades públicas en Casanare y fue el mejor gobernador del país durante cuatro años consecutivos.

Con tales resultados, a pesar de ser el único gobernador del Centro Democrático en el gobierno de Juan Manuel Santos, este hombre se convirtió en una pieza clave para Álvaro Uribe, una especie de ‘gallo tapado’.

El Centro Democrático convino para el mes de septiembre empezar su proceso de escogencia para definir qué candidato iría a la disputa por la presidencia, y allí, faltando 15 minutos para el cierre de las inscripciones de precandidatos la sorpresa fue la aparición del campesino Alirio Barrera, quien de entrada no fue un asunto muy cómodo para los demás oponentes, quienes “no lo veían a nivel” reveló una fuente al interior del partido y porque se dijo en los corrillos que sería el ‘gallo tapado de Uribe’ a tal punto que su hijo Tomás, varias veces dejó ver su favoritismo para el casanareño. 

A pesar de no haber ganado la consulta interna, Alirio quedó listo para ir al Senado, y por petición nuevamente del exsenador Uribe, Barrera accedió e inició campaña.

Yopal (su tierra), Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Arauca, Tame, Villavicencio, Ibagué, Tunja, Sogamoso, entre otras ciudades, han sido epicentro de multitudinarias reuniones del considerado fenómeno político, o la revelación, o unos más lo llaman ‘el candidato estrella del Centro Democrático’, con lo que se ha prestado para decir que Barrera debió ser el candidato del uribismo y que sus reuniones se asemejan a las de Gustavo Petro.

En este recorrido, se estima que Alirio ha congregado al menos a unas 200 mil personas, sin embargo, aunque la prensa le pregunta sobre el tema en particular, este campesino, responde con un adagio popular “después de la quema es cuando se ve el humo, acá aún no se ha ganado nada, estamos buscando los voticos en cada rincón del país, ganándonos el cariño de la gente”.  

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