Los padres fueron identificados como María Camila Mengual Mójica de 19 años y Humberto Manuel Olivilla Pineda de 23 años; autoridades investigan si podrían ser objeto de algún cargo criminal.
Indignación generó el fallecimiento de una bebé de siete meses en Valledupar, al parecer, como consecuencia de la presunta negligencia de su madre. De acuerdo con lo que se reportó, la niña fue dejada al interior de un carro que fue dejado en el parqueadero de un motel de esa ciudad, en el departamento del Cesar. La mamá de la menor la habría dejado dentro del automóvil encendido mientras sostenía un encuentro sexual con un hombre dentro del establecimiento. La bebé, de acuerdo con los primeros reportes, habría fallecido a causa de la inhalación de gases tóxicos.
“Según el reporte que tenemos, ellos dejaron el vehículo prendido y sufrieron un desmayo por la inhalación de gases. Como consecuencia de esto, la menor también fallece en este caso lamentable que se registró la noche del domingo (1 de enero)”, explicó el coronel Luis León, comandante de la Policía del Cesar, ante la prensa local. La intoxicación de la niña se habría dado por inhalación de monóxido de carbono.
Para el momento, las autoridades se encuentran investigando el caso para determinar la culpabilidad de la pareja en la muerte de la niña. La pareja, detalla la investigación, fue identificada como María Camila Mengual Mójica de 19 años y Humberto Manuel Olivilla Pineda de 23 años. El hombre, dicen los primeros reportes, se encontraba en aparente estado de alicoramiento. Al lugar llegó el CTI para hacer el levantamiento del cuerpo.
Mientras se esclarece lo sucedido, fue el pasado mes de diciembre cuando se conoció el caso de un bebé que fue asesinado en Bolívar, según las autoridades, a golpes. Esto ocurrió en el sector conocido como Morales. El niño tenía dos años de edad, y fue hallado sin vida a orillas del río Magdalena.
El hallazgo del cuerpo se dio el pasado 6 de diciembre, a la altura del municipio Regidor, en Bolívar. Inicialmente, tanto la comunidad como las autoridades locales creyeron que se trataba de un caso de ahogamiento. Sin embargo, días después, el caso dio un importante giro: Medicina Legal determinó que el bebé había sido asesinado.
Tras realizar la necropsia para establecer las causas de la muerte del niño de dos años, identificado como José Antonio Campo, se encontró que no tenía agua en los pulmones, tampoco se le inflamó el estómago, como suele ocurrir en casos de ahogamiento por inmersión debido al agua y los gases.
Pero esos no fueron los únicos hallazgos por parte de los médicos forenses. De acuerdo con información revelada por medios de comunicación locales, el informe de Medicina Legal estableció que el menor de edad tenía golpes contundentes.
Antes de ser dejado a orillas del río Magdalena, en Bolívar, el menor de edad habría sido golpeado en distintas partes del cuerpo. El bebé tenía dos fracturas en el tabique y otra fractura en el tórax, por lo que su muerte habría sido de manera violenta. Al conocerse los resultados de la necropsia, tanto la comunidad como las autoridades de Morales, Bolívar, rechazaron este tipo de hechos en contra de los niños y niñas.
El alcalde de la población, Neguib Eslait Barrios, aseguró que la administración municipal dispuso una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que permita identificar, ubicar y capturar al responsable de este lamentable hecho.
“Un poco más de 24 horas después que encuentran el cadáver del niño y, después de las primeras versiones, luego de la necropsia aparentemente la muerte no fue por inmersión si no al parecer tuvo unos traumas en la cabeza. Unos resultados de medicina legal son los que confirmarían esa situación, pero hasta el momento está claro que se trató de un asesinato”, expresó el alcalde.