El incidente ocurrió en el municipio de Arjona, Bolívar. Un familiar del pequeño trató de acabar con las abejas arrojando insecticida al cuerpo del menor, por lo que su situación se complicó más.
Un niño de tres años que vivía en el municipio de Arjona, Bolívar, tuvo una muerte dolorosa: fue atacado por un enjambre de abejas africanizadas que se alojaban en el patio de su propia casa. Además del dolor e inflamación de todo el cuerpo causado por las picaduras, el niño también se intoxicó porque le rociaron insecticida para tratar de alejar a las abejas.
El pequeño Marcos Suárez Medina, conocido en su pueblo como Marquitos, seguramente sabía que su familiar no actuaba de mala fe al rociar el producto venenoso. “El familiar en su afán, desconociendo la toxicidad del producto para quitarle las abejas de encima le roció el producto. Situación que le generó una intoxicación al menor”, dijo Hernando Pinzón, el director del Hospital Infantil Napoleón Franco Pareja – Casa del Niño de Cartagena.
En principio, el niño fue llevado al hospital municipal de Arjona, ubicado a 35 minutos de la capital de Bolívar. Sin embargo, su estado de salud era crítico por las heridas y la intoxicación del insecticida. Entonces, el equipo médico tomó la decisión de remitirlo al centro asistencial pediátrico de la Heroica.
Pinzón afirmó que el niño llegó “en muy malas condiciones generales”, con intoxicación por organofosforado —el componente activo de los insecticidas de contacto— y los efectos del veneno de las abejas africanizadas. “Llegó en un shock anafiláctico”, dijo el director del hospital.
Los médicos del hospital de Cartagena trabajaron durante cinco días para tratar de salvar la vida del pequeño, pero finalmente falleció el viernes 23 de diciembre.
“Inmediatamente, a su llegada, fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos, donde fue sometido a ventilación asistida por deterioro respiratorio. Por los compromisos de la función renal, requirió hemodiálisis. Lastimosamente, 18 horas después, falleció”, explicó el médico.