Legisladores de la bancada de Gustavo Petro alistan un marco de derechos para los animales.
El Congreso de Colombia no ha logrado legislar sobre las actividades de crueldad con los animales como las corridas de toros, las corralejas, el coleo y las peleas de gallos, pero todo indica que a partir del 20 de julio habrá un giro encabezado por la bancada del Pacto Histórico.
Además, es la primera vez un presidente electo —Gustavo Petro— pisa la Casa de Nariño con la promesa firmada en el papel de tener una agenda en defensa de la naturaleza y de los animales. Todo indica que podría llegar la hora de los animalistas, quienes los definen como seres sintientes.
Incluso el pasado fin de semana, cuando se presentó la emergencia en una corraleja que se realizaba en El Espinal, Ibagué, en la que 322 personas resultaron heridas y murieron otras cuatro, Petro pidió a las alcaldías “no autorizar más espectáculos con la muerte de personas o animales”.
En esa declaración hay una transformación retórica en relación con los gobiernos anteriores: Petro acuñó el término de “espectáculos de la muerte” que tanto habían referido los animalistas durante años, pasando la página de entender esas prácticas como un suceso tradicional –como buena parte de la casta política le había llamado hasta ahora– a verlas como un entorno en el que se registran casos de maltrato.
Más allá del discurso, ya se tiene previsto que el mismo día de la posesión del nuevo Congreso, el 20 de julio, se presente un proyecto de ley que busca ponerle punto final a las corridas de toros, corralejas, cabalgatas, peleas de gallos y eventos de coleo que son frecuentes en el sector ganadero.
Dicho proyecto estaría en cabeza de la senadora electa por la Alianza Verde, Andrea Padilla. El propósito es que en máximo dos años se erradiquen estas prácticas, trazando un periodo de transición en el que deberán darse condiciones de mayor bienestar para los animales. El objetivo también es que no puedan utilizarse dineros públicos para esos eventos, lo que deja otra cara del asunto: la mayoría de las fiestas municipales se sustentan con las corridas.