El policía retirado que pidió morir dignamente sufre de parkinson y lo atribuye al glifosato.
Un nuevo caso de un policía en uso de buen retiro que pide la eutanasia se conoció en el país, al manifestar que su vida carece de calidad y padece una enfermedad degenerativa.
Se trata del policía (r) Carlos Arturo Moreno Romero, quien padece parkinson y, según sus palabras, se lo atribuye al glifosato al que estuvo expuesto durante sus labores dentro de la institución.
En un audio enviado al veedor de la salud del Quindío, el sargento (r) Carlos Arturo López, el agente Moreno le pide que le envié una copia de la solicitud de la eutanasia que hizo hace siete meses el otro sargento (r) Gilberto Ávila Llano, quien pidió la eutanasia para terminar con su vida por padecer parkinson.
“(Le pido) la copia de la solicitud que hizo mi primero de la eutanasia para tener un modelo porque yo tengo la misma enfermedad que tenía él, y queremos hacer una solicitud también a ver si de pronto la puedo hacer efectiva también para mí”, expresó Moreno.
El veedor que acompañó y asesoró al sargento (r) Ávila, quien hizo parte de la Policía Antinarcóticos y fue afectado por el parkinson debido a, según sus familiares, el glifosato, respondió que esta práctica se ha hecho muy común en expolicías y miembros en retiro de la Fuerza Pública que no tienen una buena atención por parte de Sanidad Militar.
“Tristemente esta es la realidad de nuestros usuarios, abandonados totalmente en sus enfermedades, piensan en la eutanasia como única opción para calmar su dolor, requerimos urgente un protocolo para trato prioritario y certificación veloz de su condición de discapacidad, exigimos dignidad para nuestros veteranos enfermos”, dijo López al diario El Quindiano.
El primer caso de eutanasia en un miembro retirado de la Policía ocurrió hace mes y medio. El procedimiento fue solicitado por el sargento (r) Gilberto Ávila Llano, debido a las dolencias y a lo degenerativo del parkinson, enfermedad que empezó a padecer hace poco más de 17 años.
“La enfermedad me tiene vencido: no puedo salir solo, dependo de otra persona y no puede hacer nada, “por eso decidí practicarme una muerte digna porque no tengo otro recurso”, dijo días antes de su muerte el sargento Ávila.