Gerardo Ramírez contó que compañeros de su hija le advirtieron que el Ejército podría sancionar a su hija tras el secuestro que sufrió junto a sus dos hijos. “Le están echando la culpa de que por ella fue que la secuestraron o que ella se autosecuestró”, dijo.
Tras cuatro días secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional, ELN, la sargento Ghislaine Karina Ramírez y sus dos hijos de 6 y 8 años, recobraron la libertad este viernes gracias a la intermediación de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en Arauca.
La suboficial había sido retenida por integrantes del frente Domingo Laín Sáenz el pasado lunes 3 de julio en la vía que de Fortul conduce a Arauca, capital del departamento del mismo nombre, mientras conducía un vehículo particular en el que viajaba con sus dos hijos.
El hecho generó una ola de indignación y rechazo, pues esta misma semana comenzó la primera fase del cese al fuego bilateral pactado por el Gobierno con esa guerrilla.
Además, la ola de críticas contra el Gobierno aumentó luego de que, este mismo viernes, antes de la liberación de la mujer y los dos menores de edad, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, acusara a la uniformada de haber cometido un “acto de imprudencia”, que desencadenó en su secuestro. Horas después, el alto funcionario rectificó lo dicho.
El padre de la suboficial, Gerardo Ramírez, quien se ofreció para ser intercambiado por su hija, fue de las primeras personas que rechazó las declaraciones del ministro asegurando que el imprudente era él (Velásquez).
“Siempre lo he dicho, el imprudente es el ministro por ponerse a decir cosas que no caben en la cabeza de ningún ser humano. Ella como militar tiene unos mandos superiores y le ordenaron su traslado”, dijo el hombre.
