Algunos colombianos aplauden las decisiones del presidente de El Salvador.
Unos 10.000 miembros de la Fuerza Armaday de la Policía Nacional Civil (PNC) fueron desplegados en el municipio populoso de Soyapango de El Salvador, para “extraer” a pandilleros que aún no han sido capturados y continuar la “guerra contra las pandillas”.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, informó la madrugada de este sábado en sus redes sociales que 8.500 soldados y 1.500 agentes de la Policía “han rodeado la ciudad” y que “los equipos de extracción de la Policía y el Ejército se encargan de sacar uno a uno a todos los pandilleros que aún se encuentran ahí”.
Bukele, que el pasado 24 de noviembre anunció que se implementarán “cercos en grandes ciudades”, señaló que “los ciudadanos comunes no tienen nada que temer y pueden continuar haciendo su vida normalmente” y añadió que “esta es una operación contra los criminales, no contra los ciudadanos honrados”.
Por su decisión de acabar las bandas criminales y todo tipo de grupo ilegal, que lo llevó a lograr cero homicidios en su país, ha sido aplaudido entre los colombianos, sobre todo los que se oponen al gobierno de izquierda que actualmente tiene Colombia.
Soyapango, ubicado a un poco más de 12 kilómetros de San Salvador, es la segunda ciudad más poblada del Área Metropolitana de San Salvador – integrada por 14 municipios- y la tercera del país.
Dicha ciudad, que había sido catalogada como una de las más peligrosas del país por la alta presencia de pandilleros, tiene una población aproximada de 258.921 habitantes.
El Salvador se encuentra desde finales de marzo bajo un régimen de excepción, que cumplió 8 meses de vigencia y suspende varios derechos constitucionales, tras una ola de asesinatos que se cobró la vida de más de 80 personas en tres días.
Bajo la medida del estado de excepción han sido capturados, según las autoridades salvadoreñas, más de 58.000 pandilleros y personas ligadas a estas bandas.
“Cercar” grandes ciudades de El Salvador es parte, de acuerdo con Bukele, de la quinta fase del Plan Control Territorial, que fue lanzando en 2019 y al que se atribuye la baja en de los homicidios a través de frenar las fuentes de financiamiento de las maras y retomar las zonas controladas por estas bandas.
Sin embargo, la población en general desconoce un documento oficial que detalle el camino para atender desde el Estado el fenómeno de las pandillas.