Según el jefe de Estado, el SENA podría construir complejos industriales para impulsar esa transformación de la coca.
El presidente Gustavo Petro propuso una estrategia en la cual el Gobierno comprará la hoja de coca para que sea utilizada como fertilizante para alimentos.
En la propuesta, que iría a nivel nacional para luchar contra la violencia y las economías ilícitas, el mandatario aseguró que la paz depende por pasar del uso ilícito de la hoja de coca a un uso lícito.
“El Gobierno se propone a nivel nacional, en las regiones de mayor producción de hoja de coca usada de otra manera, poner fábricas para comprar esa hoja de coca y volverla abono sin carbono, abono descarbonizado”, dijo el mandatario en un evento realizado este viernes en Santa Marta.
Y agregó: “Las comunidades indígenas podrían ayudarnos en ese empeño, ser socias también de una gran producción en masa. Entonces, aquí aparece la palabra ciencia, tiene que fertilizar igual que el otro abono sucio, tiene que ser o del mismo precio o más barato y tiene que tener la posibilidad de producirse en la misma cantidad o en mayor cantidad que el abono sucio”.
En ese sentido, el mandatario también involucró al Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, con la finalidad de construir complejos industriales para hacer esta función.
“Entonces le propongo al SENA ver si con el Gobierno podemos poner estos ‘complejos industriales’ de cooperativas de indígenas y campesinos en función de usar la hoja de coca de una manera diferente que es producir abono para la alimentación en Colombia, cero carbono. Las condiciones que se necesitan en el siglo XXI”, recalcó.
Aunque parece una gran idea, esta propuesta podría estimular la siembra de hoja de coca, en momentos en los que la producción de cocaína está disparada y aún no está definida la política antidrogas del Gobierno.
Algo similar ocurrió en septiembre del año pasado, cuando el Jefe de Estado les dijo a los cocaleros del Catatumbo que estaba dispuesto a pagarles mientras ensayaban otro cultivo de carácter legal, y hasta cuando este último les generara ingresos. Dichos pagos no se han realizado.
Según los monitoreos anuales de la Oficina contra la Droga y el Crimen de Naciones Unidas (Unodc), los cultivos de coca alcanzaron su pico máximo en Colombia, al pasar de 143.000 hectáreas en 2020 a 204.000 hta en 2021.
El potencial de producción de cocaína, es decir, de la transformación de la hoja en el estupefaciente, también está en la cima, al crecer de 331 toneladas métricas en 2013 a 1.400 tm en 2021.