El Ministerio Público destituyó e inhabilito por 15 años al comandante de Acacías por afectar laboral y emocionalmente a una patrullera, esto en el marco del protocolo de investigación disciplinaria bajo el enfoque diferencial con perspectiva de género.
Por descalificaciones personales, hacer públicos actos de su vida personal y hacer seguimiento a las actividades que una patrullera hacía fuera del trabajo, el comandante de la Policía del municipio de Acacías, Meta, mayor Juan Carlos Gutiérrez Herrera, fue destituido e inhabilito por 15 años para ejercer su cargo.
Así lo indicó la Procuraduría General de la Nación que, en su fallo en primera instancia, halló culpable al comandante de acoso laboral en contra de una subalterna, “en términos de discriminación por el hecho de ser mujer”.
El ministerio público confirmó que el mayor Gutiérrez “afectó laboral y emocionalmente a la patrullera Miryan Yaneth Díaz Bobadilla al no acatar las restricciones médico-laborales emitidas por el Tribunal Médico Laboral de revisión militar y de policía, en favor de su salud e integridad física”, pues la uniformada no podía realizar actividades de tipo administrativo, por una patología, entre otras restricciones, que fueron desconocidas e incumplidas por el comandante.
Y es que el mayor realizó comentarios de descalificación profesional e hizo públicos hechos pertenecientes a la vida personal y estabilidad laboral de la patrullera Díaz, por lo que, “atentó contra sus derechos a la intimidad y buen nombre”, estableció la Procuraduría.
También, indicó el ministerio público, utilizó expresiones para señalarle como negligente y no apta en su servicio policial y efectuó seguimientos de sus actividades personales para demostrar que se desplazaba en motocicleta y bicicleta y la distancia que recorría, sin cuidarse; que bailaba en la zona rosa, iba a un spa y salones de belleza.
Además, el comandante “solicitó el traslado de la patrullera sin tener en cuenta su condición de madre cabeza de familia y responsable de sus padres adultos de la tercera edad”, indicó la Procuraduría.
Por estas razones, la autoridad disciplinaria adelantó el juzgamiento del caso acorde con el protocolo de investigación disciplinaria, bajo el enfoque diferencial con perspectiva de género, razón por la cual, señala la Procuraduría, “la actividad probatoria y la dosificación de la sanción deben ser garantes de la lucha contra la violencia de género y revictimización de la mujer”.
“El ministerio público constató que las conductas de acoso laboral constituían actos de violencia por el hecho de ser mujer, lo que además representa un grave daño social, afectó sus derechos fundamentales, por lo que se reconoció que dichas agresiones están relacionadas con el género y en consecuencia le reconoció a la funcionaria de la Policía en calidad de víctima”, concluyó la Procuraduría, que además calificó la conducta del comandante de la Policía de Acacías como gravísima, a título de dolo.
