El ministro de Hacienda, Germán Ávila, presentó los lineamientos de la nueva Ley de Financiamiento. Tiene un capítulo tributario para fortalecer las finanzas públicas, garantizar recursos de inversión social y avanzar en la progresividad fiscal. Pagarán más impuestos sectores de mayores ingresos, como el financiero.
El Gobierno radicó en el Congreso de la República un proyecto de Ley de Financiamiento en el que propone que quienes más tienen paguen más impuestos y un recaudo de 26,2 billones de pesos que garantice la inversión social y la estabilidad de las finanzas públicas.
“No se están tocando los productos de la canasta familiar», dijo el ministro de Hacienda, Germán Ávila, al aclarar versiones de algunos medios de comunicación en los que se ha desinformado sobre el carácter y el espíritu de la iniciativa.
En el proyecto se propone un ajuste de impuestos a consumos de personas de altos ingresos y la elevación de obligaciones tributarias a sectores con ganancias crecientes como el financiero.
Entre las medidas de la Ley de Financiamiento se tiene lo siguiente:
Ajustes en el IVA aplicables a vehículos híbridos, bebidas alcohólicas, hospedaje de no residentes y juegos de azar por Internet.
Impuestos a los combustibles fósiles, alcohol carburante y biodiésel, con un crecimiento progresivo.
Cambios en el impuesto de renta para personas naturales, que incluyen la eliminación de deducciones y descuentos, entre estos los de dividendos.
El Gobierno ha insistido en que la nueva ley no perjudica a los sectores poblacionales de menores ingresos o a la clase media.
Se busca equidad, es decir, que los más beneficiados por las actividades económicas contribuyan en mayor medida con los recursos que financiarán las reformas sociales y que garantizarán el presupuesto de defensa y seguridad y grandes proyectos para el desarrollo del país.