El país enfrenta un nuevo brote de fiebre amarilla, con foco en zonas rurales del Tolima; autoridades intensifican vacunación y alertan por expansión del virus.
El Ministerio de Salud activó este jueves la declaratoria de emergencia sanitaria en varias regiones del país, tras la confirmación de un brote de fiebre amarilla que ha dejado 21 muertes desde octubre de 2024. La medida se formaliza a través de la Circular 012 y busca reforzar la respuesta institucional ante el avance de esta enfermedad en territorios de alta vulnerabilidad.
El virus, que se transmite por la picadura de ciertos mosquitos en zonas selváticas y rurales, ha tenido un repunte significativo en el último semestre. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Salud, hasta el 29 de marzo de 2025 se han identificado 47 casos, en su mayoría en veredas del Tolima. La letalidad registrada alcanza el 44,7%, una cifra que preocupa por la velocidad con la que puede evolucionar la infección en personas no vacunadas.
Los municipios de Cunday, Prado, Villarrica, Purificación y recientemente Ataco han sido los más afectados. En estos territorios, las condiciones ambientales, la presencia del mosquito vector y el acceso limitado a servicios de salud han dificultado el control del brote. Además, se confirmaron dos casos en primates no humanos, lo que indica circulación activa del virus en ecosistemas naturales, con riesgo de propagación a nuevas zonas.
La estrategia nacional incluye el fortalecimiento de las jornadas de vacunación, especialmente en departamentos que hayan reportado más de un municipio afectado o presenten movilidad frecuente de personas. Las autoridades también hicieron un llamado a quienes planean desplazarse a regiones con riesgo durante la Semana Santa: la vacuna debe aplicarse al menos diez días antes del viaje.
“La fiebre amarilla puede ser mortal, pero una sola dosis de la vacuna protege de por vida”, recordó el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo. También señaló que el Estado está autorizado a intervenir en casos donde los adultos responsables se nieguen a permitir la vacunación de menores de edad.
Hasta el momento, más de 7.400 personas mayores de 60 años han sido vacunadas como parte del refuerzo nacional. La inmunización está recomendada a partir de los 9 meses de edad y es obligatoria en ciertas zonas del país.
Colombia es uno de los cuatro países de la región que han reportado casos en 2025, junto a Brasil, Perú y Bolivia. A nivel regional, se han registrado 131 casos confirmados, 53 de ellos con desenlace fatal.
El Ministerio también evalúa restablecer el requisito del carné internacional de vacunación para viajeros que ingresen al país desde Brasil, donde se concentra el mayor número de contagios.
La fiebre amarilla no tiene tratamiento específico, por lo que la prevención a través de la vacunación y la protección contra las picaduras de mosquito es la principal herramienta de control.
