El caso de maltrato animal generó una ola de rechazo en redes sociales. El agresor fue capturado, despedido de su empleo y Max se recupera en una clínica veterinaria gracias al apoyo de la comunidad.
La historia de Max, un perrito víctima de una crueldad inconcebible, ha tocado los corazones de miles de personas en redes sociales. El animal fue atacado a plena luz del día por su propio dueño en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, en un aparente intento por quitarle la vida.
El hecho ocurrió el pasado 3 de abril, cuando el agresor, con la complicidad de una mujer, sacó al perro del conjunto residencial donde vivía, con la excusa de llevarlo a dar un paseo. Sin embargo, todo era una trampa. En un sector cercano, las cámaras de seguridad captaron el momento en que la mujer entrega un arma al sujeto, quien disparó dos veces contra Max, causándole heridas graves en el rostro.
Fueron los residentes del sector quienes acudieron en auxilio del animal y alertaron a las autoridades. También se encargaron de difundir el caso en redes sociales, generando una rápida respuesta ciudadana y un profundo rechazo al acto de violencia.
Max fue trasladado de inmediato a una clínica veterinaria donde, pese a la gravedad de sus heridas, logró salvarse gracias a la atención oportuna. Las imágenes del perrito, aún herido, buscando afecto de sus agresores han causado una ola de indignación.
El hombre responsable fue capturado ese mismo día y puesto a disposición de la Fiscalía. Sin embargo, al día siguiente recuperó su libertad. La situación se tornó aún más tensa cuando intentó reclamar al perro en la veterinaria, pero el médico veterinario a cargo se negó rotundamente a entregarlo, priorizando la seguridad del animal.
El impacto del caso no solo se sintió en redes, sino también en la vida profesional del agresor. La empresa en la que trabajaba, la cadena de almacenes PriceSmart, emitió un comunicado oficial informando la terminación del vínculo laboral con el implicado.
“Rechazamos categóricamente cualquier forma de maltrato animal. Tras conocer lo ocurrido y concluir nuestras investigaciones internas, el colaborador ya no forma parte de nuestra compañía”, expresó la empresa en su pronunciamiento.
Además, PriceSmart dejó en claro que el comportamiento del agresor “no representa los valores ni la cultura de nuestra organización”, reiterando su compromiso con el respeto y la protección de todos los seres vivos.
