El hallazgo sucedió en Suiza y el animal pesa apenas cincuenta gramos.
Un muy atípico evento sucedió en la última semana en Suiza, cuando en un zoológico naciera un bebé tortuga gigante de Galápagos con la piel color blanca y los ojos enrojecidos.
Es la primera vez que se observa una tortuga albina de esta especie en cautividad o en la naturaleza, así lo asevera Philippe Morel, el propietario del Tropiquarium de Servion, un barrio a las afueras de Lausana (oeste de Suiza).
El dueño del animal informó que la tortuga albina tiene un mes y media de nacida y que apenas pesa cincuenta gramos, condición que hace que pueda entrar en una palma de mano. Este acontecimiento es excepcional no solo por el color de la tortuga sino porque su tamaño, pueden pesar 200 kilos cuando son adultas, hace la reproducción de los individuos muy complicada, con apenas un 2% de éxito en la procreación.
El pasado viernes 3 de junio fue la primera vez que los visitantes del zoo suizo tuvieron el privilegio de observar al auténtico y extraño animal, perteneciente a la raza (Chelonodis nigra), una especie considerada vulnerable que cuenta con una esperanza de vida que puede llegar incluso a los doscientos años.
Ante la incertidumbre, se espera que el bebé tortuga recién nacido se pueda mantener sin problemas en el parque animal y pueda desarrollar su proceso de crecimiento sin ningún tipo de problemas.