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junio 8, 2022

Se cayó un árbol con un panal de abejas, y los insectos mataron tres perros en el norte de Bogotá.

Unos 30 animales estaban a cargo de un grupo de paseadores en la zona boscosa de ese sector de la capital cuando se presentó la inesperada emergencia.

El hecho se presentó el pasado lunes, luego de un fin de semana pasado por agua de las precipitaciones en el país, en la calle 95 con carrera Séptima; en esa zona han presentado ya al menos tres emergencias asociadas a la caída de árboles en las últimas tres semanas.

Sobre las 9:00 de la mañana, en el punto se había reunido un grupo de paseadores de perros con más de 30 animales porque suelen llevarlos a la zona verde del sector, pero ese día coincidió el paseo con el momento en que un árbol se desplomó aparentemente a causa de la sedimentación del terreno.

Ellos escucharon el ruido del tronco y poco después las abejas de un panal que ante la situación, debido a que no son insectos violentos, tornaron su comportamiento defensivo y atacaron a varios de los perros que llevaban en ese boscoso sector.

Según relataron los paseadores Anderson Rodríguez y Johanna Pérez al periódico citado, los animales se desesperaron por las picaduras y trataron de correr. Algunos huyeron hacia la carrera séptima y otros se enredaron con los collares en los árboles entre ellos.

Los paseadores llamaron a emergencias sobre las 9:05 pero aseguran que los bomberos tardaron una hora en llegar al punto donde se había producido la emergencia, cuando varios animales ya habían recibido múltiples picaduras y los dueños habían acudido en su ayuda.

Los animales fueron trasladados a clínicas veterinarias para su atención, algunos ya con pronósticos graves. Aunque las picaduras de abeja suelen no ser peligrosas por una mínima cantidad venenosa, a menos que cause alergia, cuando se trata de una picadura masiva, el riesgo es mayor y dependiendo la zona del cuerpo afectada.

Tres perros fallecieron a causa de las lesiones, pese a que la comunidad y los mismos caninos, trataron de ayudarse en la situación. Uno de los que murió era llamado Polo y su dueña contó a la revista Semana que logró llegar con su novio para auxiliar al animal.

Cuando lo vieron, el animal se mantenía en pie, pero poco después se desmayó. Ante el desespero, buscó un carro en la carrera Séptima que los llevara pronto a una veterinaria, pero el perro sufrió un paro y murió casi tres horas después del ataque de los insectos.

Al menos otros dos animales permanecen bajo atención médica. Los paseadores, que llevan casi 20 años dedicados a esa labor y son conocidos por la comunidad, aseguran que el hecho fue una experiencia de vida porque los mismos caninos buscaron ayudar ante la desesperante situación. Ellos terminaron hasta con 50 picaduras en el cuerpo.

Sin embargo, radicaron una queja ante las autoridades locales para que ese tipo de situaciones se atienda a mayor brevedad por parte de los organismos de emergencias, con el objetivo de evitar que se generen hechos lamentables. Los dueños de los animales comprendieron lo inevitable de la situación y acompañaron a los paseadores.

La Secretaría de Ambiente aseguró que Usaquén, Chapinero y Suba son las localidades más afectadas por la caída de árboles que se ha generado a causa de las prolongadas lluvias, la humedad de los suelos de las copas de los árboles que causa su inestabilidad. Las especies que más susceptibles de volcamientos son las acacias negras y japonesas, ciprés, saucos y eucaliptos, entre otros.

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