enero 26, 2022

UNAL y UniLlanos trabajan en reproducción del caimán del Orinoco.

Diez cocodrilos del Orinoco (Crocodylus intermedius) -8 hembras y dos machos–-que forman parte de la población en cautiverio que administra la Universidad Nacional (UNAL) fueron trasladados a estanques previamente construidos por parte de esta Institución y la Universidad de los Llanos en su sede campestre de la vereda Barcelona (Villavicencio), con el fin de iniciar un proceso de reproducción de esta especie emblemática de la Orinoquia colombo-venezolana que se encuentra en peligro crítico de extinción.

Según informó el profesor Mario Vargas-Ramírez, director de la Estación de Biología Tropical Roberto Franco (EBTRF) de la UNAL con sede en Villavicencio, inicialmente se firmó un convenio de cooperación técnica con UniLlanos para construir los estanques y trasladar a estos individuos, que conforman un núcleo de reproducción, y después se firmará un acuerdo de cooperación científica para empezar a resolver muchas preguntas alrededor de la sobrevivencia de esta especie, como su comportamiento durante el apareamiento, detalles de su fisiología y estudios de conducta y territorialidad, entre otros.

Los ejemplares parentales trasladados a los estanques de UniLlanos se seleccionaron por sus óptimas condiciones para reproducción y repoblamiento de la especie, después de un estudio genético de los cerca de 600 ejemplares para conservación y reproducción con que cuenta la Estación Roberto Franco.

Con los resultados del estudio genético, cofinanciado por Cormacarena, el equipo investigador de la UNAL determinó los mejores cruces para producir huevos con la más alta diversidad genética. “Nos sorprendió y nos alegró ver que no identificamos el fenómeno de endogamia (cruzamiento entre individuos relacionados de una población aislada genéticamente) y sí una alta diversidad genética, de manera que volvimos a reorganizar núcleos de reproducción para la obtención de neonatos” que apoyen las futuras recuperaciones de poblaciones naturales, destaca el profesor Vargas.

Para la logística de traslado de los ejemplares seleccionados, la UNAL contó con la colaboración de un equipo de estudiantes que trabajan en el manejo de fauna silvestre, coordinados por el profesor Ricardo Murillo.

El manejo técnico del grupo del nuevo núcleo reproductivo estará a cargo de las dos universidades, pero la UNAL estará al frente de la atención veterinaria y de la alimentación de los individuos.

En este momento las dos instituciones trabajan en la construcción de playas de anidación para iniciar el proceso reproductivo de estos ejemplares, objetivo principal de la creación de este núcleo, que forman parte de los parentales de los cuales se obtendrían las futuras generaciones de esta especie en vías de extinción.

Otros núcleos reproductivos

“Tenemos los únicos individuos existentes para recuperar la especie; la idea es que a medida que vaya avanzando esta fase, para una posible liberación a finales de este año, vamos adelantando el proyecto”, explica.

“Por ahora se han trasladado 134 ejemplares al Parque Agro-ecológico Merecure, en Puerto López, en donde permanecen en semicautiverio, en desarrollo de otro convenio para la conservación y reproducción de la especie” precisa el profesor Vargas-Ramírez.

En los estanques a donde fueron trasladados en meses pasados, los cocodrilos son alimentados con presas vivas para incentivar la cacería en un escenario de liberación que se hará en el río Tomo, en el Vichada. Durante este semestre se pasarán 16 cocodrilos parentales seleccionados para formar un nuevo núcleo reproductivo.

En el centro de acuático y de conservación Piscilago también se adecuó otro núcleo reproductivo, en tanto que un ejemplar adulto permanece en cautiverio para exhibición de visitantes de este lugar. En diciembre pasado, la estación Roberto Franco y Piscilago, desarrollaron un evento académico-científico durante la jornada de traslado de estos individuos.

La coordinación científica del programa de conservación y repoblamiento del caimán del Orinoco está a cargo de la UNAL, institución que forma parte del Programa Nacional para la Conservación del Caimán Llanero (Procaimán) creado en 1998 por el Ministerio de Ambiente y del cual también forma parte el Instituto de Investigaciones de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.

“Salvar el cocodrilo del Orinoco significa rescatar a una especie crucial para el ecosistema de río, pues esta posibilita el importante flujo de materia y energía, además de ser controladora biológica   y ayudar a mantener limpios los lechos de los ríos, lo que garantiza la manutención de otras especies; y, contrario a lo que algunos pescadores creen, antes que comerse los peces que ellos persiguen con sus redes, promueven su calidad y abundancia consumiendo los peces enfermos o débiles y controlando otros organismos”, explica la investigadora Ana María Saldarriaga Gómez, quien adelantó el estudio de ADN de los cocodrilos a cargo de la UNAL.

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